Para desmantelar la boca de expendio que tenía a maltraer a los vecinos de Embarcación la policía recurrió a simular una compra. Así fue como pudieron comprobar la actividad ilícita e ingresar a la casa.

En el lugar los policías secuestraron trece envoltorios de cocaína, elementos para el fraccionamiento y dinero en efectivo. El domicilio estaba ubicado cerca de una cancha de futbol, una iglesia, una escuela y un merendero para niños y jóvenes, circunstancia que agravó el delito cometido.

El juez de la Sala I del Tribunal de Juicio de Tartagal Reinaldo Burgos condenó al hombre de 35 años por ser autor del delito de tenencia simple de estupefacientes con fines de comercialización agravada por el lugar de comisión y le impuso la pena de seis años de prisión de cumplimiento efectivo.

El hombre cumplirá la condena en la cárcel de Tartagal.