El hijo de 11 años ayudó a su madre a escapar de un ataque de celos de su padre, obnubilado por el cerveza que había estado tomando toda la noche.
Esto pasó el 1 de diciembre pasado en San Ramón de la Nueva Orán y puso fin a una relación de trece años y tres hijos.
Esa noche el hombre bebió mucho y a la madrugada cuando volvió de buscar más vino ella le pidió que se fueran a dormir y comenzó el calvario de la mujer. Ebrio y celoso, comenzó a gritarle e insultarla y la situación empeoró cuando la lastimó en la mano con el vidrio de un ropero.
Ahí fue cuando el hijo intervino y aprovechando que el hombre se fue renegando al fondo de la vivienda le dijo a su madre que escapara por la ventana.
En la oscuridad de la noche la mujer corrió hasta el puesto de Gendarmería que quedaba cerca de casa. Allí la asistieron y la trasladaron hasta el hospital para que un médico le trate las heridas.
Y el hombre fue detenido.
No era la primera vez que pasaba algo así, ni la primera denuncia que ella radicaba. A principios de 2024, ya había lo había denunciado por unas amenazas que la llevaron a temer por su vida, y ya en ese momento había expresado su deseo y necesidad de cortar con la relación, porque cada vez que tomaba o se drogaba la lastimaba tanto física como psicológicamente.
A raíz de aquella denuncia la justicia había dictado una orden de prohibición de acercamiento hacia la mujer, que fue comunicada al acusado y claramente desobedecida.
Con este antecedente el hombre de 37 años fue condenado en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán por los delitos de lesiones leves agravadas por la relación de pareja y violencia de género, desobediencia judicial y amenazas.
Durante la audiencia flexible y multipropósito la jueza Norma Palomo le impuso la pena de nueve meses de prisión de ejecución condicional y le impuso reglas de conducta durante dos años. Le avisó que si desobedece la prohibición de acercamiento la pena se volverá efectiva e irá a la cárcel.
El hombre tiene prohibición de acercarse a la mujer y la obligación además de hacer un tratamiento psicológico por sus tendencias violentas, además de un tratamiento que lo saque de la adicción que tiene por las bebidas alcohólicas. El contacto telefónico con la víctima solo estará permitido a través de la hermana del imputado y solamente en cuestiones que estén relacionadas con los hijos que tienen en común, aunque esta medida es provisoria hasta que se formalice el trámite en un juzgado de Familia, que es quien tiene la última palabra en estos casos.
Todo esto fue decidido tras el acuerdo que hicieron la fiscalía y la defensa de plantear un juicio abreviado, y este acuerdo fue aceptado por el imputado, que se vio en la obligación de reconocer los hechos y su responsabilidad para evitar llegar a un juicio oral y público.