La investigación inició con un reporte de la ONG estadounidense NCMEC (National Center for Missing and Exploited Children), donde se informó de la actividad que estaba desplegando el acusado en Internet.

El acusado había subido en la plataforma de Google un total de ocho archivos de video en el que se mostraban imágenes de abuso o explotación sexual infantil. Ante esta situación se ordenó un allanamiento en su domicilio del barrio 20 de junio de Orán, donde se secuestraron las pruebas digitales que luego fueron analizadas por personal técnico y profesional de la fiscalía.

En la audiencia flexible y multipropósito que se llevó a cabo en el marco de la causa que se sigue contra el hombre de 26 años las partes llegaron a un acuerdo de juicio abreviado. Así, fue condenado a la pena de cuatro meses de prisión de ejecución condicional por haber cometido el delito de tenencia y distribución de material de abuso y/o explotación sexual infantil.

Tras escuchar al acusado reconocer su participación en el hecho, el juez Ramiro Morizzio le impuso el cumplimiento de reglas de conducta, entre las que se destacaron la prohibición de mantener contacto a través de redes sociales con menores de edad y la obligación de someterse a tratamiento psicológico.

De la audiencia participaron el auxiliar fiscal de la fiscalía penal especializada en Ciberdelincuencia de Orán Nicolás Alonso, y en ejercicio de la defensa intervino Joaquín Vélez.