Los hechos que motivaron la intervención de la justicia fueron denunciados por una mujer que dijo haber mantenido una relación con el acusado y ser madre de dos hijos menores de edad.

Contó que la relación finalizó un año antes debido a episodios de violencia, los que motivaron que se dicten medidas cautelares de protección. A pesar de estas medidas, se registraron dos incidentes. El primero habría ocurrido a principios de diciembre de 2023, cuando ella salía de su domicilio y se encontró con el acusado afuera, quien al verla le exigió que hablaran, aunque al negarse comenzó a insultarla.

Posteriormente, a mediados de ese mes la denunciante manifestó que, mientras caminaba en una plaza pública, el acusado la insultó y la amenazó diciéndole que dejara de denunciarlo o la golpearía.

Estos actos fueron considerados como desobediencia a las medidas judiciales previamente impuestas. La causa fue calificada como desobediencia judicial en dos hechos, en concurso real.

En el marco de una audiencia flexible y multipropósito la defensa solicitó la suspensión de juicio a prueba a favor del hombre de 28 años. La fiscalía, por su parte, consideró procedente el pedido.

La jueza de Metán Carolina Poma Salvadores le concedió el beneficio de la suspensión del juicio a prueba por el término de un año, período durante el cual deberá cumplir reglas de conducta.

Entre las más destacadas se dispuso la absoluta prohibición de ejercer actos de violencia física o psicológica por cualquier medio contra su expareja. También se le ordenó realizar trabajos comunitarios en el área de obras públicas de la municipalidad local y comunicar al juzgado cualquier cambio de domicilio que realice. La decisión se comunicará a los registros y organismos pertinentes.