El 27 de junio de 2024, una cuidadora se llevó una desagradable sorpresa al ingresar a la casa que tenía bajo su resguardo en la localidad de Río Piedras, departamento de Metán.
Al llegar cerca de las 13:30, descubrió que desconocidos habían ingresado al domicilio durante la madrugada, para lo cual forzaron el enrejado del patio. Sustrajeron una variedad de objetos de valor entre los cuales había herramientas de electricidad, un machete, una valija grande amarilla con ropa, joyas, juegos de ollas y sartenes y una pava eléctrica.
Al notar el robo, la mujer alertó a las autoridades, que comenzaron una investigación por la cual se pudo identificar un sospechoso. De la pesquisa surgió que en un grupo de compraventas de whatsapp se publicó un mortero de madera que se encontraba en la lista de los objetos robados. La publicación vinculaba a una joven de 18 años, que luego fue imputada por encubrimiento.
Por otra parte, la investigación determinó que el principal responsable del robo fue un hombre de 28 años, que fue quien ingresó a la vivienda tras saltar una tapia. En el proceso judicial, el acusado confesó su participación en el hecho y declaró que sus supuestos cómplices no habían intervenido en el delito, lo que llevó a su sobreseimiento.
El caso fue tratado bajo el procedimiento de juicio abreviado acordado durante una audiencia flexible y multipropósito encabezada por la jueza Carolina Poma Salvadores, vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio. En la audiencia, el acusado aceptó los cargos y recibió una condena de un año y dos meses de prisión efectiva por los delitos de robo y robo calificado. Además, fue declarado reincidente por primera vez ya que registraba condenas anteriores.
Por otro lado, la jueza dictó el sobreseimiento de los otros dos acusados debido a la falta de pruebas que los vincularan con el hecho, según lo solicitado por el Ministerio Público Fiscal al momento de desistir de su acusación.