Eran cerca de las 8 de la mañana, dos personas esperaban un remis en la playa de transferencia, cerca de la Terminal de Ómnibus de Orán. Ese 25 de junio pretendían ir a la frontera con Bolivia.
Fue cuando el imputado y otro sujeto se aproximaron en un vehículo simulando ofrecer un servicio de remis con destino a Aguas Blancas. Las víctimas se subieron pero mientras circulaban por la Ruta Nacional 50, a la altura del arroyo Zenta, el vehículo se detuvo en la banquina.
Agarró un arma de fuego para amenazar a los pasajeros, a quienes les sustrajo todo lo que llevaban, incluyendo la suma de un millón trescientos mil pesos a uno y novecientos mil pesos al otro. Después hizo que se bajen del auto y se dio a la fuga hacia Orán, dejando a las víctimas varadas en el lugar.
En el marco de una audiencia flexible y multipropósito del Plan Piloto de Oralidad, el juez Francisco José Oyarzú dictó sentencia en un juicio abreviado, y condenó al joven de 19 años por ser autor del delito de robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo tenerse por acreditada.
Cumplirá la pena de tres años de prisión de ejecución condicional y hará efectivo el pago de una indemnización a las dos víctimas.
Además tendrá prohibido contactarse con los damnificados por cualquier medio, particularmente por redes sociales. Esta medida fue impuesta bajo apercibimiento de revocar la condicionalidad de la condena en caso de incumplimiento.
En lo que respecta al segundo sujeto implicado en el robo, no pudo ser identificado.