En un juicio abreviado realizado en el marco del Plan Piloto de Oralidad de Orán, un joven de 22 años fue condenado a un año y seis meses de prisión de ejecución condicional por los delitos de amenazas (dos hechos) y desobediencia judicial, en concurso real.
El juez Mario Maldonado dictó la sentencia luego de que el acusado admitiera su culpabilidad durante la audiencia.
El 22 de agosto pasado, la madre de la víctima denunció al acusado en la localidad de Hipólito Yrigoyen. Relató que, a pesar de que su hija había terminado la relación sentimental con el joven, este la molestaba y hostigaba en la calle e incluso la esperaba a la salida del colegio.
La mañana del 13 de diciembre, el acusado se presentó en el domicilio de la víctima bajo los efectos de sustancias prohibidas. Gritaba y golpeaba la puerta exigiendo que la joven saliera al tiempo que amenazaba a la familia. La policía arribó al lugar y demoró al joven, quien ya tenía una prohibición de acercamiento y de ejercer violencia contra la víctima.
Como parte de la condena, al joven se le impusieron reglas de conducta por un período de dos años, entre las que se encuentran prohibición de ejercer cualquier tipo de violencia, tanto física como psíquica; prohibición de acercamiento a 200 metros de la víctima. Además de la obligación de someterse al control del Patronato de Liberados.
La sentencia del juez quedó firme debido a que, en el juicio abreviado, las partes renunciaron a los plazos para recurrirla.