Condenaron a un hombre de 41 años por haber cometido los delitos de amenazas, tenencia de estupefacientes y posesión ilegal de arma de fuego.
Los episodios ocurrieron el 30 de diciembre y el 10 de enero pasado, cuando una mujer denunció a quien era su jefe, diciendo que la había sometido a situaciones intimidatorias. Según la denunciante, el hombre solía interceptarla en la vía pública y en otras ocasiones le enviaba mensajes amenazantes por whatsapp tras haber sido expuesto públicamente en redes sociales por acoso laboral.
En dos ocasiones, el acusado incluso había utilizado un arma de fuego para amenazarla, y en otro incidente le tiró en la vereda de la casa un artefacto explosivo que no llegó a detonar. También fue denunciado por el excuñado de la mujer, a quien amenazó verbalmente mostrándole un arma.
Durante un allanamiento realizado en enero en el domicilio del imputado, se secuestró un arma de fuego y sustancias estupefacientes.
Tras la investigación y elevación a juicio, el caso fue tratado en una audiencia flexible y multipropósito encabezada por el juez de Orán Ramiro Morizzio. Las partes acordaron un juicio abreviado en el que la fiscalía expuso la calificación legal de los hechos imputados y solicitó la pena, con la conformidad de la defensa y el acusado.
El hombre fue condenado a la pena de un año y seis meses de prisión de ejecución condicional por ser autor de los delitos de amenazas (tres hechos), amenazas con armas (dos ocasiones), tenencia simple de estupefacientes y tenencia ilegítima de arma de fuego en concurso real
La pena de ejecución condicional implica que el cumplimiento efectivo de la prisión quedará en suspenso siempre que respete las reglas de conducta impuestas, que incluyen la prohibición de acercamiento a las víctimas y sus domicilios, no cometer nuevos delitos y realizar tratamiento psicológico.
Cualquier incumplimiento injustificado podría derivar en la revocación de la condicionalidad y el cumplimiento efectivo de la pena en prisión.