Durante la audiencia flexible y multipropósito, se acordó un juicio abreviado, donde el acusado reconoció los hechos y aceptó la pena solicitada por la fiscalía.
El juez de Garantías interviniente condenó a un hombre de 56 años y le impuso la pena de siete meses de prisión de ejecución condicional por amenazas y dos hechos de desobediencia judicial, tras dos denuncias consecutivas realizadas por su expareja.
El primer incidente ocurrió el 3 de septiembre pasado cerca de las 22:30, cuando la víctima regresaba a su domicilio. En ese momento, él la interceptó y la agarró de la muñeca, lo que desencadenó un forcejeo entre ambos. Durante el altercado, el acusado sacó una tijera y se autolesionó, provocando que la víctima buscara refugio en la casa de un vecino, desde donde alertó a la policía. Cuando los efectivos se llevaron al hombre detenido, este le advirtió: "Esto no se termina acá".
Menos de 12 horas después se produjo el segundo incidente. La víctima salía de la casa de una amiga y se dio cuenda de que su expareja la estaba vigilando desde las inmediaciones. A pesar de intentar evadirlo, el hombre la siguió, por lo que nuevamente solicitó la intervención de la policía, quienes lo demoraron.
La audiencia, realizada un mes después de la primera denuncia, confirmó los cargos de amenazas y desobediencia judicial (dos hechos) en concurso real. Además de la pena de prisión condicional, se impusieron al condenado varias reglas de conducta que deberá cumplir durante los próximos dos años. Entre ellas, la prohibición de acercarse a la víctima en un radio de cien metros y la obligación de someterse al cuidado del Programa de Inserción Social de Presos y Liberados de la Provincia.
El cumplimiento de estas medidas será clave, ya que el incumplimiento podría implicar la revocación de la pena condicional y su ingreso a prisión efectiva. Tras la sentencia, el acusado fue puesto en libertad bajo esas condiciones.