Un hombre de 40 años fue condenado a tres años de prisión de ejecución condicional por diversos delitos, incluyendo amenazas (dos hechos), daños, lesiones leves agravadas por la relación de pareja y violencia de género, amenazas con arma y hurto, en concurso real.
El juez Héctor Fabián Fayos, de la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán, dictó la sentencia luego de evaluar dos episodios denunciados que afectaron a la expareja del acusado y a un vecino.
El primero de los hechos tuvo lugar el 4 de abril del año pasado, cuando un policía, vecino de la pareja, denunció que al intentar salir con su camioneta, el acusado lo insultó, lo amenazo y le lanzó un ladrillo causando daños en el vehículo. El denunciante también afirmó que el hombre tenía antecedentes conflictivos en el barrio y ya había sido denunciado por otros vecinos.
El segundo hecho fue denunciado por la suegra del imputado, quien, el 18 de marzo de este año, sospechó que su hija estaba siendo víctima de violencia doméstica tras verla con un golpe en el ojo. Poco después, desde el trabajo de la hija informaron que había sufrido una crisis nerviosa y que había confesado haber sido agredida por el acusado. Además, la había amenazado y robado dinero de una billetera virtual.
Durante el juicio, la víctima negó los hechos en contra de su pareja, retractándose de su declaración inicial ante la fiscalía. A pesar de ello, se dictó la condena.
El hombre deberá cumplir con varias reglas de conducta: fijar domicilio, no cometer nuevos delitos, no acercarse a la víctima y a su familia en cualquier ámbito, abstenerse de consumir sustancias tóxicas y alcohol y someterse a un tratamiento psicológico por sus adicciones y para el control de sus impulsos. Deberá presentar constancias del tratamiento.
Si incumple alguna de estas medidas, la pena condicional podría convertirse en prisión efectiva. Además, fue absuelto de los delitos de coacción y daños por aplicación del principio de la duda (“in dubio pro reo”).