Una mujer, madre de dos hijas adolescentes, denunció a un excompañero suyo del BSPA (Bachillerato Salteño para adultos) cuando descubrió que el sujeto le enviaba mensajes a una de las menores proponiéndole mantener una relación íntima con ella.

La denunciante refirió que en febrero de 2024, su hija mayor, de 17 años, le contó que le había visto el celular a su hermana menor (14) y había descubierto mensajes en la red social Instagram de una persona que le decía “amor” y otras frases como: “cómo quisiera vivir al lado tuyo”, “voy y nos calentamos juntos”, “me reencantás”, “no te querés casar conmigo”, “vení, gobername todo lo que quieras”, “yo también sueño con vos”, “voy y te doy todos los besos que quieras”. Además, le había propuesto a la menor encontrarse a la salida del establecimiento educativo adonde ella concurría en el turno tarde.

Al fijarse en la foto de perfil, la denunciante se dio con la novedad de que esta persona era su excompañero del BSPA. Dijo que mientras cursaron juntos habían mantenido una relación de amistad y que nunca sospechó que él estaba intentando mantener una relación con su hija de 14 años.

En un procedimiento abreviado llevado a cabo en el Plan Piloto de Oralidad, el sujeto fue condenado a seis meses de prisión condicional como autor del delito de grooming.

El juez Eduardo Raúl Sángari le fijó una serie de reglas de conducta que deberá cumplir para mantener la prisión en suspenso, entre ellas, prohibición de acercarse a la víctima y de contactarse con ella y con su grupo familiar; someterse a tratamiento psicológico; prohibición de cometer nuevo delito.