Un sujeto imputado por homicidio simple y homicidio simple en grado de tentativa está siendo juzgado en la Sala III del Tribunal de Juicio, en una audiencia de debate presidida por el juez Pablo Farah.

El hecho ocurrió el 15 de enero de 2024 en Rosario de Lerma, cuando el acusado agredió con un arma blanca a los dos hijos de su pareja (26 y 33 años) en el contexto de una gresca familiar. Uno de los damnificados perdió la vida camino al hospital San Bernardo, el otro resultó gravemente herido.

Por el Ministerio Público interviene el fiscal Leandro Flores.

Durante el primer día de la audiencia, se leyó la requisitoria fiscal de elevación a juicio y, seguidamente, prestó declaración el imputado Sergio Miguel Condorí, alias “Choco” (25).

El acusado dijo ser panadero y señaló que las víctimas eran hijos de su expareja, con quien mantuvo una relación de un año y medio.

Relató que el 14 de enero de 2024 se hacía el desentierro del carnaval en Rosario de Lerma y decidieron ir a bailar a la carpa con su pareja. Llegaron al lugar alrededor de las 20. Aclaró que no bebieron demasiado porque él tenía que trabajar al otro día. Dijo que alrededor de las 23.45 acompañó a su pareja al baño y, al salir, ella le hizo una escena de celos y lo agredió porque él estaba entregándole el celular a una chica que le había pedido que le sacara una foto.

Decidieron volver a la casa de su abuelo. Él se quedó allí y le dio dinero a su pareja para que regresara al domicilio donde ambos convivían.

Fue en ese momento que escuchó “quilombo” afuera. Al principio no le dio importancia hasta que su mamá gritó. Corrió a ver qué pasaba y vio a su papá con una cortadura en la frente. Observó entonces que los dos hijos de su pareja estaban empujando la puerta para entrar mientras sus padres forcejeaban para impedirlo. Dijo que simultáneamente, la otra hija de su pareja, una joven y “changos encapuchados” apedreaban la casa desde afuera.

El imputado manifestó que agarró un palo de escoba y logró hacer retroceder a los dos hermanos. Después peleó con ellos a golpes de puño pero, como eran dos contra uno, volvió hasta el pasillo. Dijo que uno de los hermanos fue hacia el comedor, el otro se enfrentó con su papá. En medio de la trifulca vio a su abuelo salir de su habitación. Él lo llevó hasta la cocina para resguardarlo. Fue entonces que tomó un cuchillo, volvió al pasillo y apuñaló a los hermanos.

Consultado por una contradicción en relación a una de las primeras declaraciones que brindó en sede de fiscalía, el acusado manifestó que en realidad había usado dos cuchillos para defenderse porque el primero (sierrita) se le rompió al darle una estocada al joven que luego falleció.

El imputado sostuvo que sacó a los sujetos hasta la vereda y luego se fueron.

Él decidió volver a su casa y, como a las 4 de la mañana, se dirigió al domicilio de sus padres. Por la mañana su mamá le avisó que uno de los muchachos había fallecido. Le pidió que se entregue. Él accedió. Fue a la casa de su abuelo, donde habían ocurrido los hechos y, al poco tiempo llegó el móvil policial.

Está previsto que el juicio se extienda hasta el 5 de noviembre.