La madrugada del 12 de enero de este año un hombre fue atacado con un arma blanca en una vereda del barrio Castañares.
Según la investigación, la agresión involucró al menos a dos hombres. Los indicios sugieren que el ataque pudo estar motivado por una disputa relacionada con la venta de estupefacientes.
Cerca de las 5 de la mañana los vecinos escucharon ruidos en la chapa y personas corriendo, por lo que se asomaron a ver lo que sucedía y llamaron al 911 al ver que había un hombre tendido en el suelo. El personal policial y el servicio de emergencias médicas (SAMEC) arribaron al lugar, pero a las unos minutos después y constataron el fallecimiento de la víctima.
Habían pasado unos minutos de las 5 cuando uno de los presuntos protagonistas, un joven de 20 años, se presentó en la comisaría. Este joven relató la agresión, argumentando que había intervenido para defender a su sobrino, quien supuestamente estaba siendo agredido por la víctima. El acusado confesó haber participado en la pelea con un cuchillo y admitió haber agredido a la víctima para defenderse. Tras el hecho, los agresores se dieron a la fuga, dejando al damnificado herido sin prestarle auxilio.
Más adelante se procedió también a la detención del otro presunto acusado, un hombre de 31 años.
El juez de Garantías Diego Rodríguez Pipino escuchó a las partes durante una audiencia flexible y multipropósito que había sido fijada para resolver el pedido de la defensa del joven de 20 años para que se revisara su prisión preventiva y se le concediera el arresto domiciliario.
Luego de la exposición de los fundamentos de cada una de las partes, el juez rechazó el pedido de la defensa y en consecuencia mantuvo la prisión preventiva del joven, quien se encuentra alojado en la Alcaidía General 1. El delito por el que los dos sujetos fueron acusados como presuntos autores es de homicidio calificado criminis causa.