La Jueza María Victoria Mosmann, hizo lugar a la demanda de amparo colectivo interpuesta por José Ignacio Lazarte Vigabriel en su calidad de afectado, contra la Municipalidad de La Caldera y el Ministerio de Producción, Trabajo y Desarrollo Sustentable de la Provincia de Salta.
Se condenó a las demandadas a confeccionar, presentar y ejecutar un Plan de Manejo Integral de la microcuenca del Rio La Caldera, valorándose para ello que es fundamental la protección del agua para que la naturaleza mantenga su funcionamiento como sistema, siguiendo la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación al considerar que, es la lógica ecosistémica la que debe primar por sobre la tecnocrática y antropocéntrica.
Se acudió al concepto de cuenca, y de vulnerabilidad, tornándose decisiva la aplicación de la garantía de no repetición prevista por el Acuerdo de Escazu, vigente a partir de este año.
La condena a presentar el plan de manejo fija etapas en razón del principio de progresividad, una primera etapa en la que se realizará una línea de base ambiental o diagnostico, y luego la presentación del plan que deberá realizarse respetando los parámetros mínimos fijados por la legislación nacional y provincial. Se dijo que en particular, “el Plan debe considerar una estrategia de estabilización de la microcuenca basada en la realización de acciones de infraestructura verde (tales como la reforestación y relocalización de elementos obstructores o desequilibrantes de la dinámica ecológica, entre otros), por sobre la infraestructura gris (tales como obras civiles, de maquinaria pesada y edificación hormigonada, entre otros), evaluando un balance progresivo de la recuperación y saneamiento de la cuenca”.
Se puso de resalto en la sentencia que, en el transcurso de proceso se realizaron una serie de acciones en las que participaron las accionadas y los actores. Ello fue en el marco de una mesa de trabajo conformada en una de las audiencias celebradas, la que se desarrollo de modo colaborativo, con avances como la confección del protocolo para crecidas e inundaciones de La Caldera, y también en la creación de la Junta Municipal de Defensa Civil de la Caldera.