Pablo Mariño y Rubén Arias Nallar, jueces de la Sala III del Tribunal de Impugnación, decidieron no hacer lugar al recurso de casación interpuesto por la defensa de Luis Alejandro Ríos, de 25 años, confirmando así la condena a diez años de prisión efectiva. 

Ríos (25) fue encontrado autor responsable del delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja preexistente y por violencia de género en grado de tentativa. 

El hecho había ocurrido el 1 de enero de 2018 en barrio Solidaridad. Esa tarde, el imputado concurrió al domicilio de su expareja y la atacó con un cuchillo, provocándole heridas en diferentes partes del cuerpo. Fueron alrededor de quince puntazos propinados en el tórax, nalgas, cuello, antebrazos, manos y dedos. Una de las puñaladas afectó el pulmón de la víctima, poniendo en riesgo su vida.
 
Para confirmar la sentencia, los jueces de impugnación tuvieron en cuenta que los fundamentos presentados por la defensa al presentar el recurso no fueron suficientes, por lo que resulta acertado el criterio del Tribunal de Juicio al considerar que la conducta del acusado no fue efectuada en un contexto de emoción violenta, por lo que en consecuencia realizó  sus acciones con plena conciencia y de manera deliberada. 

Agregaron que el dolo de  matar que tuvo el acusado al momento del hecho quedó demostrado por la cantidad de heridas ocasionadas a la víctima, algunas de las cuales se encontraban en zonas vitales como el cuello y el tórax. También se vio presente en la utilización de un cuchillo de gran porte, que fue llevado por el imputado al domicilio de la víctima. Expresaron los jueces de alzada que esta circunstancia no se produjo debido a la intervención del hermano de la damnificada y unos vecinos que escucharon sus gritos, y a la atención médica recibida en el Hospital San Bernardo. 

En cuanto al monto de la pena, los jueces de Impugnación dijeron que la valoración se encuentra correctamente fundada en la sentencia atacada, por lo que consideraron que la condena a diez años de prisión resulta equitativa y debidamente motivada.