Con la declaración del yerno de la víctima, una vecina y un conocido del acusado continuó hoy el juicio seguido por el femicidio de Claudia Roxana Padilla. El hecho ocurrió la madrugada del 9 de febrero de 2020, en una vivienda de barrio 15 de Septiembre.
La audiencia de debate se desarrolla en la Sala VI del Tribunal de Juicio. Ricardo Ruiz (44) está imputado por el delito de homicidio agravado por ser en perjuicio de su pareja y por el género.
El primero en comparecer hoy ante el tribunal fue el dueño del inquilinato donde residía el acusado, en barrio La Tradición. Dijo que la noche del hecho, alrededor de las 22, Ruiz llegó al inmueble en la moto que le solía prestar la víctima. Precisó que lo vio contento y que le comentó que se iba a casa de Claudia porque ella lo había hecho llamar.
El testigo aseveró que la damnificada solía ir al inquilinato durante la semana y que se quedaba a dormir en la habitación que alquilaba Ruiz. Señaló, no obstante, que ella había dejado de ir alrededor de dos semanas antes del hecho.
Refirió además que los días previos al crimen, la hija menor de Ruiz había estado residiendo con él en el inquilinato debido a que había discutido con su madre. Dijo que él le reclamó al acusado para que resolviera la situación, ya que no le parecía bien que la menor se quedara allí, donde vivían casi todos hombres.
El testigo sostuvo que en algunas ocasiones Ruiz trabajó con él, en tareas de construcción. Lo describió como un hombre callado y sumiso. Dijo que a veces lo “cargaban” por supuestas infidelidades de su pareja pero él no reaccionaba mal. Explicó que ese tipo de bromas son comunes entre compañeros de trabajo.
Durante la jornada también declaró el yerno de la víctima y del victimario. El joven relató lo ocurrido horas previas al 9 de febrero del 2020 y el mismo día del hecho. En ese momento residía en la casa de Padilla, junto a su pareja y a su hijo. Refirió que en esa época, el acusado no vivía ahí pero iba casi todos los fines de semana y se quedaba a dormir.
El testigo afirmó que Claudia Padilla había estado enferma esa semana, con un cuadro gripal, y que el día del homicidio estaba muy débil. Incluso requería ayuda para ir al baño. Dijo desconocer si había tomado alguna medicación.
Precisó que la noche del viernes 8 de febrero, él, su pareja –hija de Ruiz y Padilla- y su hijo se fueron al centro alrededor de las 18.30 o 19. Regresaron al domicilio familiar alrededor de las 1.40 o 2 de la madrugada. Pasaron directamente a su habitación. Vieron un rato televisión y se durmieron. Durante todo ese lapso aseguró no haber escuchado ningún ruido extraño en el cuarto de su suegra.
Al día siguiente, él amaneció como a las 9,30 o 10 porque su hijito ya se había levantado y había entrado a la habitación de Claudia. Él fue a buscarlo y le dijo: “Vamos, dejá que duerma la abuela”, pensando que su suegra descansaba.
Su pareja se levantó como a las 11 y al rato la llamó su hermana -otra hija de Padilla- para preguntar cómo había amanecido su mamá. La joven le respondió que todavía dormía y que estaba en el cuarto junto con su papá. Entonces él la corrigió y le aclaró que cuando él había entrado al cuarto a buscar al niño, Ruiz no estaba ahí. Su pareja supuso que seguramente su papá estaba en el baño, estaba escondido o ya se había ido.
El testigo explicó que cuando Ruiz iba a visitar a Padilla, casi no salía del cuarto de ella. Iba del baño a la habitación. Dijo que –según le había contado su pareja- se escondía porque creía que había custodia policial en la casa, a raíz de una denuncia que la víctima había presentado en su contra, por incidentes ocurridos tiempo atrás. Comentó acerca de dos hechos puntuales protagonizados por el imputado, que había llegado “machado” a la casa y había causado problemas.
El yerno de Ruiz y Padilla afirmó que los escuchaba discutir a veces, y que su suegra le había comentado que era por cuestiones económicas, ya que él no colaboraba con los gastos de sus hijos.
Consultado acerca de si el acusado le hacía problemas a Padilla por celos, dijo que ella nunca le habló de eso, pero sabía que su suegra manejaba un celular y que Ruiz desconocía de su existencia. Contó que Claudia lo escondía cuando el acusado iba a verla. También dijo que sabía que ella se veía con otro hombre, pero –según su parecer- eran solo amigos. Dijo que Claudia nunca lo llevó a la casa.
El tribunal colegiado está integrado por los jueces José Luis Riera (presidente), Mónica Mukdsi y Guillermo Pereyra (vocales).
Según consta en la acusación, el 9 de febrero de 2020, alrededor de las 13.40, ingresó al Centro de Coordinación Operativa un llamado de alerta realizado al Sistema de Emergencia 911. En la comunicación se daba cuenta de un incidente ocurrido en barrio 15 de Septiembre.
Al arribar personal policial a la vivienda indicada, encontraron el cuerpo sin vida de Claudia Roxana Padilla, tendido en su cama.
Una de las hijas de la víctima refirió que esa noche, alrededor de las 1 de la madrugada, su padre se había presentado en el domicilio para hablar con Padilla. Ingresó por una ventana, debido a que tenía orden de exclusión de hogar.
La menor dijo que, cuando ella se fue a dormir, alrededor de las 3 de la mañana, sus padres seguían en la habitación que ocupaba la damnificada.
A la mañana siguiente, alrededor de las 13.30, los familiares de Padilla ingresaron a su cuarto, extrañados, al ver que no se levantaba. Fue entonces que advirtieron que no presentaba signos de vida y llamaron al 911.
La autopsia determinó que Claudia Roxana Padilla falleció por asfixia mecánica mixta. El cuerpo presentaba varios hematomas y lesiones de defensa.
Ruiz tenía cinco hijos en común con la víctima. Se encontraban separados de hecho desde hacía cuatro años.
El acusado ya había sido denunciado por Padilla por hechos de violencia sufridos anteriormente.
Está previsto que la audiencia se extienda hasta el próximo 30 de junio.