En un procedimiento abreviado llevado a cabo en la Sala II del Tribunal de Juicio, un hombre de 42 años fue condenado a un año de prisión condicional por resultar autor del delito de abuso sexual simple.
El sujeto fue denunciado por una compañera de trabajo. La mujer relató que el día del hecho se encontraba en el sector de enfermería de un hospital local junto al acusado, que se desempeñaba en el mismo turno. Él comenzó a acercársele diciéndole que tenía ser más sociable. Incómoda, ella le respondió que estaba ocupada preparando la medicación de los pacientes. En un momento, el imputado se le abalanzó y la tocó en sus partes íntimas. La damnificada le recriminó su actitud y llamó inmediatamente a la jefa de servicio.
La jueza María Victoria Montoya Quiroga ordenó que el imputado continúe en libertad por la modalidad de la pena dictada. Para conservarla, el sujeto deberá cumplir una serie de reglas de conducta durante dos años. Entre ellas, prohibición de consumir sustancias estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas; iniciar tratamiento psicológico para el control de sus impulsos y para revalorizar el rol de la mujer en la sociedad, y presentar las constancias correspondientes; prohibición de acercamiento a la víctima, a su domicilio, lugar de trabajo y sitios de concurrencia habitual en un radio de 300 metros, entre otras obligaciones.