En un procedimiento abreviado llevado a cabo en la Sala V del Tribunal de Juicio, un hombre de 43 años fue condenado a dos años de prisión condicional por resultar autor de los delitos de estafa por el uso de tarjeta de crédito (tres hechos) y estafa (dos hechos), en concurso real.

La jueza Gabriela Romero Nayar le dictó al imputado reglas de conducta que deberá cumplir durante dos años: fijar domicilio y mantenerlo actualizado; abstenerse de usar estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas; someterse al Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados.

Una de las denunciantes afirmó ser vendedora de ollas Essen. Relató que el imputado la contactó por teléfono, se presentó con un nombre falso y le dijo que estaba interesado en comprar algunos productos para su tía, que cumplía años. Acordaron un encuentro, eligió algunas ollas y las abonó con una tarjeta Visa que llevaba su supuesto nombre. La compra fue aprobada.
Poco después, el sujeto volvió a llamarla para realizar una nueva compra. Le dijo que quería productos para él, un familiar y unos compañeros de trabajo. Fue a verla, eligió las ollas y pretendió pagarle con tarjetas de crédito que supuestamente le pertenecían a los compradores. Ella se negó y le dijo que para hacer la operación necesitaba la firma de los titulares de las tarjetas. Como ya había ganado su confianza, la convenció para que lo dejara llevarse las ollas y quedó en regresar con los dueños de las tarjetas para finalizar la compra. A partir de ese momento comenzaron las evasivas por teléfono y nunca le abonó ni le devolvió los productos.

Un segundo denunciante refirió que un día había dejado estacionado su auto en calle San Martín al 3300 cuando su cuñada le advirtió que un hombre lo estaba merodeando. Salió a ver y el sujeto se hizo el distraído y se fue. Poco después advirtió que una puerta del vehículo estaba abierta y que le habían sustraído una billetera donde tenía su tarjeta de crédito. Quiso hacer la denuncia pero el sistema del banco estaba caído. Cuando chequeó, advirtió que ya habían realizado compras con el cartón.

Por último, el imputado fue denunciado por el dueño de la tarjeta Visa con la que había resultado estafada la vendedora de ollas. El damnificado refirió que advirtió la operación fraudulenta cuando quiso usar su tarjeta y le rechazaron la compra porque adeudaba 50 mil pesos de mercadería de la empresa Essen. El denunciante manifestó que nunca había perdido su cartón y que lo había usado por última vez en una estación de servicio y en un bar.