Era fines del año pasado, 28 de diciembre para ser más exactos. Esa mañana la tranquilidad de la casa de la víctima ubicada en calle Rivadavia se vio interrumpida.
Un hombre ingresó de manera violenta al domicilio con la clara intención de sustraer elementos de un aire acondicionado. Para lograr su cometido usaba un hierro de 25 centímetros, el que llevaba envuelto en una tela azul. Pero su maniobra se vio interrumpida cuando el propietario de la vivienda, un hombre de 54 años, advirtió su presencia en el patio. Al verse sorprendido no dudó en huir trepando la pared para escapar del lugar.
Sin embargo, su fuga fue de corta duración ya que poco después fue demorado en la vía pública, aún portando el hierro que había utilizado en su intento delictivo.
El hombre de 34 años fue condenado en una audiencia flexible y multipropósito, y la sentencia puso fin no sólo a esta causa sino a otras originadas por delitos previos. El juez de Garantías interviniente le impuso la pena única de un año y dos meses de prisión de ejecución efectiva por ser autor de los delitos de robo simple reiterado, hurto con escalamiento en grado de tentativa y violación de domicilio en dos hechos, todos en concurso real.
Además dispuso que el condenado sea incorporado a un programa de rehabilitación por consumo problemático de sustancias.