En un procedimiento abreviado llevado a cabo en la Sala II del Tribunal de Juicio, un sujeto de 28 años fue condenado a dos años de prisión condicional por considerarlo autor material y penalmente responsable del delito de lesiones leves agravadas por mediar violencia de género.

El juez Eduardo Raúl Sángari ordenó la libertad del acusado por la modalidad de la condena impuesta y le fijó reglas de conducta durante dos años. Entre otras obligaciones, deberá someterse al control del Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados; abstenerse de ejercer actos de violencia física, verbal o psíquica en contra de la denunciante; prohibición de acercamiento a 500 metros a la redonda del domicilio real y laboral de la denunciante y de los lugares que ella frecuente; abstenerse de mantener todo tipo de contacto con la damnificada; abstenerse de usar sustancias estupefacientes y de abusar de las bebidas alcohólicas; realizar tratamiento psicológico por su consumo problemático de sustancias y para el control de sus impulsos violentos, previo dictamen médico que justifique su pertinencia y utilidad, y acreditar el cumplimiento de esta medida; no cometer nuevo delito. Todo ello con expreso apercibimiento de revocarse la condicionalidad de la pena impuesta en caso de incumplimiento.

El juez ordenó finalmente que se le realice revisación médica exhaustiva al condenado y que se le extraigan muestras de ADN para su inscripción en el Banco de Datos Genéticos.

La denunciante relató que el 24 de septiembre de 2022, alrededor de las 21, el acusado se presentó en su domicilio. Dijo que el sujeto era su “cliente” y que le pagaba por mantener relaciones sexuales. Señaló que cerca de la medianoche ella le pidió que se retirara. Una hora después, el imputado regresó y golpeó la puerta. Ella le preguntó si tenía dinero y él respondió afirmativamente. Lo dejó pasar y, cuando estaban en la habitación, él la sujetó por la espalda y la lesionó con un objeto punzante. La mujer forcejeó y logró escapar. Vecinos que escucharon sus gritos se comunicaron con la policía.