Un hombre de 60 años fue sorprendido en el domicilio de su expareja incumpliendo medidas de restricción vigentes.
Ocurrió cuando se hizo presente en el domicilio de su expareja ubicado en el Barrio Santa Ana I, con quien poseía medidas cautelares previas que incluían la exclusión del hogar y una prohibición de acercamiento por hechos de violencia. Allí le exigió que le dé dinero, pero poco después llegó la policía. La víctima aclaró que en ese momento no sufrió lesiones, forcejeos, enfrentamientos físicos ni amenazas.
El juez de Garantías interviniente lo condenó tras la aceptar un acuerdo de juicio abreviado al que llegaron las partes. Durante la audiencia multipropósito, el imputado reconoció su participación y responsabilidad en el hecho, y dijo estar conforme con la pena acordada. La víctima, por su parte, también manifestó su conformidad.
El hombre fue condenado como autor penalmente responsable de los delitos de amenazas con armas, daños, desobediencia judicial (dos hechos) y coacción en concurso real, y cumplirá la pena de dos años de prisión de ejecución condicional. Debido a la modalidad de la pena impuesta, se ordenó su libertad y se le notificaron las reglas de conducta que deberá cumplir.
El juez ordenó además la instalación de un botón antipático en el dispositivo celular de la damnificada y dispuso la implementación de una consigna policial.