La audiencia flexible y multipropósito en la que las partes llegaron a un acuerdo de juicio abreviado tuvo lugar ayer.
Allí se detallaron los numerosos antecedentes del acusado, que había mostrado una conducta reiterada de violencia, desobedeciendo órdenes judiciales que le prohibían acercarse a su expareja.
Un hombre de 26 años, con antecedentes de violencia, fue condenado a la pena de tres años de prisión de ejecución condicional por una serie de delitos que incluyen incendio intencional en grado de tentativa (dos hechos), desobediencia judicial, violación de domicilio (tres hechos), hurto simple y amenazas (dos hechos). Las víctimas de estos hechos fueron su expareja y dos personas más, quienes habían denunciado previamente su conducta agresiva en varias ocasiones.
Además de la condena se le impusieron una serie de reglas de conducta, entre las que específicamente fue obligado a mantener una distancia de al menos 300 metros respecto de las víctimas. Se le prohibió también mantener cualquier tipo de contacto con ellas, ya sea verbal, físico o a través de medios electrónicos.
El juez de Garantías interviniente también ordenó la instalación de botones antipánico y una consigna policial fija en los domicilios de las víctimas, por un período de diez días, seguido de consigna ambulatoria durante veinte días, como medida preventiva.
El acusado deberá someterse a tratamiento psicológico para controlar su agresividad y recibir rehabilitación por sus adicciones. Estas medidas serán monitoreadas y de incumplir cualquiera de ellas, podría revocarse la condicionalidad de la pena, lo que implicaría el cumplimiento efectivo de la misma.
Por último, se dispuso la extracción de material genético del condenado para su inclusión en el Banco de Datos Genéticos, debido a la naturaleza de los delitos, y su posterior seguimiento por el Registro Nacional de Reincidencia.