Dos hermanas, propietarias de un local de venta de coca y elementos varios, denunciaron haber sido víctimas de un robo en febrero de 2024. Se encontraban en el puesto ubicado en avenida Las Américas al 600 cuando observaron a una pareja con actitud sospechosa. Ella estaba descalza y él tenía un hierro en la mano.
En el mismo instante en que una de las denunciantes llamaba al Sistema de Emergencia 911 para advertir sobre la situación, la joven se acercó a la ventanilla del puesto y le exigió a la segunda hermana que le diera su celular. Esta reaccionó rápidamente cerrando la reja. Los imputados alcanzaron a sustraer un recipiente con yistas mentoladas y se retiraron del lugar con dirección a Ampliación Villa Juanita.
Las damnificadas siguieron a los atacantes y lograron interceptar y reducir a la mujer hasta que llegó un móvil de la policía.
Mientras era trasladada, la acusada amenazó a una de las hermanas a viva voz diciéndole: “Cuando salga mi marido te voy a agarrar, no sabés con quién te metés. Te voy a acabar robando todo, voy a entrar a tu casa y cuando estés sola te voy a agarrar”.
En un juicio abreviado llevado a cabo en la Sala II, el juez Eduardo Raúl Sángari condenó a la pareja a prisión efectiva. A él (23) le dictó una pena de un año y cuatro meses de prisión efectiva como autor del delito de robo simple. Lo declaró reincidente por primera vez y ordenó su traslado a la cárcel penitenciaria local.
Ella (27) resultó condenada a ocho meses de prisión efectiva por los delitos de robo simple y amenazas, en concurso real. El juez revocó la condicionalidad de una pena anterior que tenía la imputada y unificó ambas condenas en el monto de un año y ocho meses de prisión efectiva.