Cielo padece hidrocefalia aguda. Es una de siete hermanitos que vivían hasta ayer en una habitación hacinados y durmiendo en el suelo, compartiendo una casa precaria con otras diez personas del grupo familiar extenso. Ayer los chicos y su abuela entraron felices a la casa de barrio El Huaico que les fue asignada por el IPV. Y por la noche durmieron, por primera vez en mucho tiempo, en las camas cucheta que integran el equipamiento de la vivienda.
La casa le fue entregada en el marco de un proceso por protección de personas llevado adelante en el Juzgado de Personas y Familia 2 y donde sumaron esfuerzos la Asesoría de Menores e Incapaces, el Instituto Provincial de la Vivienda y la Secretaría de Primera Infancia, Niñez y Familia.
El juez
Víctor Soria fue el encargado ayer de entregar la vivienda construida por el Instituto Provincial de la Vivienda.
La entrega de la vivienda, las sonrisas y las fotos fueron la conclusión de un proceso que incluyó varias audiencias previas.
La luz de esperanza para Cielo, sus hermanitos y su abuela comenzó a brillar en septiembre del año anterior cuando en una audiencia el representante del IPV señaló la posibilidad de entregar una vivienda recuperada por el no cumplimiento de los pagos mensuales.
Los niños se encuentran bajo la guarda de la abuela, consentida por el padre quien cumplió una condena de prisión efectiva, mientras que la madre tiene problemas de adicciones.
La vivienda cuenta con una habitación y un baño adaptados para la niña y una salida a la calle adaptada para la silla de ruedas.
La casa fue entregada con el equipamiento para ser habitada que fue provisto por la Secretaría de Primera Infancia, Niñez y Familia.
Intervinieron en el proceso la Asesora de Menores e Incapaces 5 Eugenia María Hernández Berni y la Tutora Oficial Macarena Saravia Zenteno. También la secretaria del juzgado Imelda Caballero.