Ella optó por no contestarle, ya que el acusado es adicto a las sustancias prohibidas, consume alcohol, por lo que no quería causar mayores problemas. Pero momentos después, él volvió a decirle lo mismo, aunque esta vez la madre de ambos intervino para recriminarle la actitud a su hijo. Él respondió amenazando con tirarle un cuchillo. Luego se dirigió a la casilla que se encuentra en el fondo de la casa, donde vive la denunciante con su hijo de 4 años, y comenzó a rayarla con el cuchillo que tenía en la mano.

El acusado se puso violento, por lo que intervino su padre, que lo agarró y se lo llevo a la parte de delante de la casa. Allí continuó la discusión. 

La denunciante llamo a su pareja y a la policía. Cuando el hombre llegó lo amenazó con el cuchillo desde adentro de la casa. La mujer dijo que siente temor, tanto por ella como por su hijo y pareja, ya que el acusado es una persona violenta y lo cree capaz de cumplir sus amenazas. 

La jueza de Garantías 8, Claudia Puertas, condenó al hombre de 27 años por ser autor de los delitos de amenazas, amenazas con arma y daños en concurso real. Le impuso la pena de un año de prisión de ejecución condicional. 

Durante dos años, Jaime deberá fijar domicilio y comunicar cualquier cambio, y someterse al cuidado del Patronato de Presos y Liberados. Tendrá prohibido consumir estupefacientes y abusar de la ingesta de bebidas alcohólicas. No podrá acercarse a las víctimas en la distancia de doscientos metros, de sus domicilios o lugares de residencia habitual. Tampoco podrá ejercer actos de violencia física o psicológica contra ellos y su grupo familiar. Finalmente tendrá la obligación de realizar tratamiento psicológico. 

En caso de incumplir alguna de estas reglas de conducta podría dejarse sin efecto la modalidad condicional de la pena impuesta, que sería de cumplimiento efectivo. Cuando finalizó la audiencia de juicio abreviado, recuperó su libertad.