Sucedió en barrio Castañares pero la historia comenzó en junio pasado, cuando la víctima, una mujer de 65 años, realizó la denuncia que puso en marcha la investigación.
Según lo que contó, en al menos tres oportunidades distintas durante ese mes, su propio sobrino de 37 años ingresó a su domicilio, para lo cual habría forzado rejas y candados de la vivienda. Cada ingreso representó un golpe para la mujer, ya que el acusado sustrajo diversos elementos de valor y utilidad diaria, entre los que se encuentran un aire acondicionado, herramientas, cableado de electricidad y ropa de cama. La repetición de los robos y la naturaleza de los objetos sustraídos generaron una situación de profunda angustia para la víctima, quien vio cómo su sobrino se llevaba partes de su hogar.
Fue imputado por la posible comisión de delitos de robo agravado por fractura (dos hechos) en concurso real con hurto simple. La situación, marcada por la cercanía familiar y la reiteración de los hechos, llevó a la jueza de Garantías interviniente a dictar la prisión preventiva del acusado y a ordenar una junta médica psiquiátrica para evaluar su estado de salud mental y determinar si, al momento de cometer los hechos, el hombre de 37 años pudo haber estado imposibilitado de comprender la criminalidad de su conducta o de dirigir sus acciones debido a alguna alteración psíquica.
Esta decisión la tomó durante una audiencia flexible y multipropósito después de escuchar a las partes. El hombre permanecerá alojado en la Alcaidía General 1.