El juez Eduardo Raúl Sángari, vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio, hizo lugar por dos años al pedido de suspensión de juicio a prueba presentado por un sujeto de 59 años –martillero- que había llegado a la audiencia acusado por peculado por equiparación y desobediencia judicial en concurso real.

El juez le impuso normas de conducta que deberá cumplir durante dos años: observar buena conducta; abstenerse de usar estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas; no cometer nuevo delito; comunicar cualquier cambio de domicilio dentro de los cinco días de efectuado; prohibición de ejercer actos de violencia física o psíquica en perjuicio de la denunciante, entre otras obligaciones.

El juez admitió en concepto de reparación del daño causado el pago de dos millones de pesos a la damnificada. También le ordenó realizar un aporte comunitario donando pañales al Hospital Materno Infantil por el monto de 30 mil pesos en tres entregas consecutivas de 10 mil pesos cada una.

El delito de peculado por equiparación se comete cuando un sujeto sustrae caudales o efectos cuya administración, percepción o custodia le había sido confiada por razón de su cargo.