El hecho se desencadenó a partir de una situación previa de violencia familiar. El hombre, de 43 años, había sido denunciado por su hermana y tenía exclusión de hogar. 

Pese a esta orden, el 28 de octubre pasado el acusado decidió quebrantar la prohibición. La víctima, al ingresar a su domicilio, observó que su hermano estaba adentro, instalado en la cocina, donde comenzó a increparla, gritándole e insultándola. Ante la situación que ella percibió como peligrosa, y buscando evitar que el problema fuera peor, la mujer optó por no contestar y activó de inmediato el botón antipánico que tenía instalado en su celular. 

Entonces un móvil policial llegó al lugar y los agentes ingresaron a la vivienda para proceder a la detención del hombre, que en ese momento se encontraba bajo los efectos de sustancias prohibidas. En su denuncia la mujer dijo que ya se había cansado de la situación con su hermano y señaló que no era la primera vez que lo denunciaba y que esto no la dejaba vivir en paz.

En la audiencia flexible y multipropósito el juez de Garantías interviniente escuchó a las partes y sus pretensiones, incluida la propia víctima, que contó sobre la problemática familiar. En ese contexto, el juez dispuso la prisión preventiva del hombre, que seguirá detenido acusado como presunto autor del delito de desobediencia judicial. 

En la misma resolución rechazó el planteo de incompetencia que había realizado la defensa técnica del imputado.