Néstor Ariel Viveros (52) fue condenado a la pena de un año de prisión de ejecución condicional por resultar autor material y penalmente responsable del delito de lesiones leves doblemente agravadas por mediar una relación de pareja preexistente y por violencia de género.

La jueza Norma Beatriz Vera, vocal de la Sala IV del Tribunal de Juicio, le impuso al condenado el cumplimiento de las siguientes reglas de conducta por el lapso de dos años: fijar domicilio y someterse al cuidado del Patronato de Presos y Liberados, ante el cual deberá presentarse mensualmente para comunicar su lugar de residencia; prohibición de ejercer cualquier actos de violencia física, psíquica, verbal o económica en contra de la denunciante; realizar tratamiento psicológico, previa indicación de un profesional idóneo sobre su necesidad y conveniencia, y aportar la constancia que dé cuenta del efectivo cumplimiento al tribunal en el término de 72 horas y, cada treinta días, las constancias que acrediten la evolución de la terapéutica indicada. Todo ello con apercibimiento de revocarse la modalidad de prisión en suspenso en caso de incumplimiento.

La jueza ordenó finalmente que el condenado sea examinado por un médico del Poder Judicial para la obtención de sus señas particulares y que, a través del CIF, se le extraigan muestras de ADN, previa asignación del DUIG correspondiente, para su posterior incorporación al Banco de Datos Genéticos.