El hombre de 39 años seguirá detenido tras ser imputado por la reiterada comisión de delitos de amenazas y desobediencia judicial en perjuicio de su expareja.
Con ella mantuvo un vínculo de ocho años y tiene tres hijos en común. Los hechos sucedieron a lo largo de octubre de este año.
El 11 la víctima había salido de casa, ubicada en el barrio Juan Pablo II cuando su hermana le avisó que el acusado se había presentado en el lugar tirando piedras. Ante esta situación ella decidió volver y encontró al hombre lastimado. En ese momento la amenazó, y ante esta situación de violencia se dictaron medidas cautelares en su contra, las que se le notificaron esa misma noche.
No obstante decidió hacer caso omiso a las órdenes y el 22 de octubre, la víctima lo denunció por dos nuevos incidentes. El primero ocurrió cerca de las 7 de la tarde, cuando ella se encontraba vendiendo pan. El acusado se presentó con una botella de alcohol en la mano y comenzó a gritarle por haberlo denunciado y la amenazó. Un poco más tarde volvió a aparecer en el domicilio de la mujer y comenzó a amenazarla, lo que motivó un nuevo llamado al 911.
Finalmente, el 29 de octubre a las 5 de la tarde, la víctima vio que el hombre estaba afuera de su vivienda. Al tomarle una fotografía, él la amenazó nuevamente. El personal policial llegó y logró su detención.
En el marco de una audiencia flexible y multipropósito el juez de Garantías interviniente convirtió la detención del imputado en prisión preventiva. El hombre de 39 años fue acusado por la posible comisión de los delitos de amenazas (cinco hechos) y desobediencia judicial (cuatro hechos), todo en concurso real.
Además ordenó que realice tratamiento para la rehabilitación de sus adicciones, ya que el propio acusado manifestó ser adicto al alcohol y quería rehabilitarse.